¡Hola! Soy el monstruo de los calcetines

¿Nunca os habéis preguntado dónde van los calcetines que perdemos? Es más, ¿por qué siempre tenemos calcetines desparejados? Mis niños y niñas han dado respuesta a este gran misterio al descubrir que existen los monstruos de los calcetines. 

Sus historias nos muestran que no todos los monstruos de los calcetines son iguales. Gracias a ellos he descubierto que algunos viven en un cajón del armario, otros debajo de las camas, unos incluso en las lavanderías o en el cesto de la ropa. Cada escondite es un portal a un mundo lleno de sorpresas. ´

¿Sabíais que algunos de ellos solo comen calcetines desparejados? Sí, como lees.  Además, al igual que nosotros, cada uno de estos monstruos tienen sus gustos y preferencias. A unos les gustan los calcetines de un solo color y a otros los estampados. 

Pero no creáis que estos monstruos están solos en su universo. Cuentan con amigos increíbles como el monstruo de las camisetas, el de los pantalones o el de las medias. Incluso algunos forman amistades entrañables con los dueños de las casas donde viven o con sus mascotas. 

Además de escribir maravillosas historias, algunos de mis niños y niñas han creado sus propios monstruos de los calcetines con ayuda de sus padres. Otros han dibujado sus propios monstruos. 

Desde aquí, quiero dar las gracias, una vez más, a todas familias por su involucración en el aprendizaje de sus niños y niñas. Y a mis "chatis", solo deciros que estoy tremendamente orgullosa de vuestro trabajo, ilusión y esfuerzo. ¡Bravo! Seguid así.

El país donde estaban prohibidos los cuentos

¿Os imagináis un lugar donde los cuentos sean un recuerdo lejano? Un reino de silencio donde la imaginación sea un delito y las palabras se susurrasen con miedo. Eso es lo que han tenido que imaginar mis niñas y niños esta semana para crear unos cuentos fascinantes con el título: El país donde estaban prohibidos los cuentos. 

Sus historias nos transportan a un lugar donde la imaginación está censurada y la creatividad castigada. Los niños de este país no conocen la magia de los cuentos, ni la alegría de perderse en mundos fantásticos.

Los relatos de mis niños y niñas nos recuerdan el poder de la imaginación y la creatividad. Los cuentos no solo nos entretienen sino que también nos aportan conocimiento, valores, emociones, y nos ayudan a crecer como personas.

Estas son algunos ejemplos de las frases más inspiradoras que han escrito mis niños y niñas: "A los niños no les gustó nada que prohibieran los cuentos. Por eso empezaron a contarse cuentos al oído". "Este era un país en blanco y negro". "Este país era triste y apagado". "Ese día Montegris ya no fue Montegris, sino Montecolor, donde los niños imaginaban, creaban, jugaban, reían, leían, disfrutaban y corrían". "Los niños no jugaban a nada porque no se podía inventar historias. Incluso había niños que no podían dormir sin los cuentos"."A los niños no les gustaba nada la idea de que no hubiera cuentos, porque les encantaba que sus madres se los leyeran". "Sin libros no se podía tener imaginación". 

Los nombres de los países que mis alumnos y alumnas han puesto a este país son de lo más reveladores: Sin ideas, Sin Nada, Montegris, Cuentolandia, Badbook o Neverbook.

Pero no solo han hecho gala de su imaginación a la hora de escribir, sino que también han creado castillos increíbles y dibujos que nos han transportado a todos a ese país imaginario.

Os invito a leer algunos cuentos de mis alumnos y alumnas. Estoy segura de que os encantarán, como a mí.

Y vosotros, chicos y chicas, muchas gracias por el regalo que me hacéis cada semana con vuestras historias, presentaciones y dibujos. ¡Bravo!